PSIQUIATRÍA

La Psiquiatría es una especialidad médica básica. Tiene por objeto el estudio, prevención, diagnóstico, tratamiento rehabilitación de los trastornos mentales, en concreto, los incluidos al día de hoy en el capítulo V (F) «Trastornos mentales y del comportamiento» de la 10.ª edición de la «Clasificación Internacional de las Enfermedades», desarrollada por la Organización Mundial de la Salud.


Es una especialidad de la Medicina que, sin perjuicio de sus raíces comunes con otras disciplinas sanitarias, se ocupa de los trastornos psiquiátricos, entendidos como lugar de encuentro de lo biológico, lo psicológico y lo sociocultural; sus intervenciones se basan en la observación clínica y en la investigación científica, incluyendo una amplia gama de técnicas, desde aquéllas de carácter interpersonal como es el caso de las psicoterapias y la rehabilitación, hasta otras actuaciones como el diagnóstico por neuroimagen, la psicofarmacología y otras intervenciones biológicas.


El perfil profesional del psiquiatra se caracteriza por:

  • Tener una visión integral de la enfermedad, que incluye aspectos psicológicos de la patología orgánica así como la ayuda psicológica o psiquiátrica a pacientes de otras especialidades y a personal que forme parte de los equipos de salud, correspondiendo al psiquiatra llevar a cabo actividades de coordinación e investigación multifactorial para mejorar el conocimiento sobre el origen, tratamiento y atención de las enfermedades mentales, todo ello, desde el escrupuloso respeto y garantía de los derechos de los pacientes.
  • Tener capacidad para saber detectar las disfunciones morbosas que se solapan parcialmente con desviaciones de experiencias personales y de comportamiento social que por lo tanto, dependen de rasgos normales de la personalidad y del estilo de vida, por lo que es función del psiquiatra evitar la psiquiatrización de determinados problemas de la vida, sin perjuicio de intentar aliviar el sufrimiento y la discapacidad de los afectados con el objetivo de prevenir, en lo posible, una evolución hacia estadios mas graves. 
  • Conocer y comprender las disciplinas psicológicas y psicosociales que han permitido adentrarse en una mejor comprensión del enfermo mental y esclarecer las complejas interacciones del individuo enfermo con su contexto social. Por ello, el psiquiatra debe incorporar a su haber profesional, además de un alto nivel clínico, un conocimiento amplio del componente social y comunitario propio de las actuaciones de protección de la salud pública en general.
  • Conocer las implicaciones éticas de la Psiquiatría ya que los trastornos mentales pueden acompañarse de una falta de conciencia de enfermedad y en consecuencia son fuentes potenciales de daño al propio enfermo y a terceros, por lo que a veces es necesaria la aplicación de tratamientos involuntarios que en todo caso deben llevarse a cabo con sujeción a las normas legales establecidas al respecto y garantizando los derechos de los pacientes.
  • Responsabilizarse en la defensa, desarrollo y actualización de los aspectos científicos, profesionales, éticos y legales de la especialidad, evitando dejarse influir por injerencias políticas o de cualquier otra índole. 

 

Las competencias como Psiquiatra incluirán, por tanto:

  • Diagnosticar y tratar los trastornos mentales identificando las causas biológicas, las motivaciones psicológicas y los condicionamientos socio-culturales del trastorno
  • mental en sus múltiples formas (psiquiatría clínica).
  • Tratamiento e intervención sobre aquellos aspectos psíquicos que inciden y afectan a la patología somática (medicina psicológica, medicina psicosomática, psiquiatría de interconsulta y enlace).
  • Realizar educación para la salud, la prevención, la rehabilitación y reinserción social de los enfermos en el marco de la medicina comunitaria y de los objetivos de la OMS (salud mental comunitaria).
  • Valorar, cuando así se precise los problemas de orden jurídico-legal relacionados con la práctica psiquiátrica y con la conducta de los enfermos mentales (psiquiatría y ley).


Los principales trastornos a tratar como psiquiatra son:

  • Trastornos del neurodesarrollo.
  • Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.
  • Trastornos bipolares y relacionados.
  • Trastornos depresivos.
  • Trastornos de ansiedad.
  • Trastornos obsesivo- compulsivos y relacionados.
  • Trastornos relacionados con traumas y factores de estrés.
  • Trastornos disociativos.
  • Trastornos de síntomas somáticos y relacionados.
  • Trastornos de la conducta alimentaria y de la ingesta de alimentos.
  • Trastornos del sueño-vigilia.
  • Trastornos disruptivos, del control de impulsos y conductuales.
  • Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos.
  • Trastornos neurocognitivos.
  • Trastornos de la personalidad.
  • Trastornos parafílicos.
  • Trastornos motores inducidos por medicamentos y otros efectos adversos de los medicamentos.
  • Otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica (referenciados en el DSM-5)